domingo, 20 de febrero de 2011

"Introducción"

A partir de ahora dejo de ser un extranjero anónimo. Soy un virtual extranjero perseguidor, por adopción, por libre albedrío. No importa que digan que nunca viví fuera del país. Un extranjero puede sentirse así dentro su propio país, dentro de su propia comunidad, dentro de su propia familia, incluso dentro de su propio cuerpo. Porque... Quien no se ha sentido, aunque sea por media hora, quince minutos, 30 segundos, un extranjero? Quien no ha mirado con pesar y sorpresa de exiliado que no sabe como regresar al hogar, cosas que pueden llenar de alegría o costumbre a la inmensa mayoría, pero hacer sentir incómodos a otros? Quien no se a sentido incomprendido, como si hablara otro lenguaje y tuviera una idiosincrasia diferente a la del resto? Las posibilidades del porque son infinitas.  Tal vez por ignorancia,  soberbia, timidez, rebeldía...
En mi caso, la música me transformo en el extranjero que soy ahora. Y fue un proceso difícil, en especial durante la adolescencia. Recuerdo que en ese momento (principios de los '90)  mi personalidad y mis gustos tomaron caminos que pueden catalogarce como "raros". Con mis sueños de escritor y músico a cuestas, comencé a investigar mas allá de lo que me ofrecía la escuela, la biblioteca de mis viejos, o la música que ellos escuchaban, o la que podía escuchar cualquier adolescente de mi generación. Nombrar apellidos como los de Parker, Davis, Evans, Williams, Clark, no era estar nombrando la formación de un club de la liga de fútbol inglesa. Comprar discos en la sección "ofertas" de cualquier cueva del centro no era por miserable. Emocionarme con el sonido de grabaciones que databan de la década del  '40 no era el acto propio de algún abuelo nostálgico. Era el comienzo de una búsqueda que continua hasta ahora, era el comienzo de mi auto exilio a distantes territorios alejados de la realidad que me rodeaba.
El jazz me encontró una noche de invierno, en el living de mi casa paterna, explorando en el dial de la radio de un viejo centro musical. El sonido metálico de algún instrumento de viento, el hipnótico galope de una sección rítmica, el martilleo del marfil y el ébano de algún piano quedaron flotando en mi casa aun días después de aquella primera vez. Y yo nunca más volví a ser el mismo.
Este blog no cumple ninguna función concreta. Es solo un capricho más del destino de este extranjero, que a manera de homenaje pretende, con vana modestia, conocer y dar a conocer esta Nación única y alejada de cualquier convencionalismo.

De yapa, dejo una ventana abierta para que conoscan la primera canción que me obligo a ser un jazzdependiente, allá en mi temprana juventud: del disco  Somethin' Else , el tema "Autumn Leaves"  grabado el 9 de marzo de 1958,  por el saxofonista Julian "Cannonball" Adderley, junto a Miles Davis, Hank JonesSam Jones y Art Blake.

No hay comentarios:

Publicar un comentario